El masaje es una de las prácticas más antiguas que tiene como propósito el bienestar integral. El masaje se usa para aliviar distintos tipos de dolencias como lesiones, problemas de circulación y musculares. Una de sus características emblemáticas es su capacidad para aliviar el estrés, ya que su efectividad para la relajación ayuda a disminuir la presión arterial, y con ello, a tener una mejor salud física y mental.
El masaje ha evolucionado a lo largo de los siglos. La fecha más reconocida remonta al año 2700 a.C., donde las prácticas y técnicas utilizadas, gracias a la medicina oriental (como la acupuntura y la herbolaria), se relacionan estrechamente a la aplicación actual del masaje, retomando como base estas aportaciones milenarias.
El término masaje proviene de la palabra francesa mássale o del árabe ” mase” que significa tocar o palpar. El masaje holístico, por su parte, retoma este sistema de manipulaciones, ya sea manualmente o con ayuda de aparatología especial. Su finalidad es prevenir enfermedades, incrementando la energía para equilibrar todas las funciones orgánicas, glandulares, viscerales, intelectuales y sociales del individuo.
El masaje holístico puede influir directamente en el estado de salud tanto física como emocionalmente del paciente debido a que este tratamiento terapéutico se apoya de la medicina complementaria como aceites esenciales y esencias florales, para que al final, los resultados sean aún más eficientes.