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¿Qué son los Probióiticos?

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¿Qué Son los probióticos?

Por. Lic. en Nutrición, Enrique Gómez.

Hace más de un siglo, Elienikoff postuló que las bacterias ácido lácticas eran beneficiosas para la salud y capaces de promover la longevidad. Sugirió que la “autointoxicación intestinal” y el envejecimiento resultante podrían suprimirse modificando la microbiota intestinal y reemplazando los microorganismos proteolíticos.

Los Probióticos son microorganismo vivos que confieren un beneficio a la salud cunado se los administra en cantidades adecuadas. Las especies de Lactobacillus y Bifidobacterium son las más utilizadas como probióticos, pero también se utiliza la levadura de Saccharomyces boluardii y algunas especies de E. coli y Bacillus.

Las funciones de los probióticos están estrechamente relacionadas con los microbios que colonizan al ser humano. Los prebióticos sirven como fuente de alimentos para los miembros beneficiosos de la comunidad de gérmenes comensales, promoviendo así la salud. La interacción entre los probióticos y las células anfitrionas, o los probióticos y los microbios residentes, ofrece un medio clave para influir en la salud del huésped.

La interacción normal entre las bacterias intestinales y su huésped constituye una relación simbiótica. La presencia de un gran número de estructuras linfoides organizadas en la mucosa del intestino delgado e intestino grueso refleja la importante influencia de las bacterias intestinales en la función inmunitaria. El epitelo que recubre estas estructuras está especializado en captar y hacer un muestreo de los antígenos, y contiene centros germinales linfoides que inducen respuestas inmunes adaptativas o adquiridas. En el colon, los microorganismos proliferan fermentando los sustratos disponibles de la dieta o a partir de secreciones endógenas y contribuyen a la nutrición del huésped.

Varios estudios han demostrado que las poblaciones de microbios colonizadores difieren entre los individuos sanos e individuos enfermos o que viven en condiciones insalubres. Sin embargo, los investigadores todavía no son capaces de definir la composición de una microbiota humana sana.

Los prebióticos afectan a las bacterias intestinales aumentando el número de bacterias anaerobias beneficiosas y disminuyendo la población de microorganismos potencialmente patógenos. Por otro lado los probióticos afectan el ecosistema intestinal al afectar los mecanismos inmunológicos de la mucosa, interactuando con microorganismos comensales o potencialmente patógenos, generando productos metabólicos finales, como ácidos grasos de cadena corta, y comunicándose con las células del huésped utilizando señales químicas. Estos mecanismos pueden conducir al antagonismo de patógenos potenciales, a un mejoramiento del ambiente intestinal, a un reforzamiento de la barrera intestinal, a la regulación negativa de la inflamación y a la regulación positiva de la respuesta inmunitaria a provocaciones antigénicas.

El cambio o alteración de la microbiota intestinal “normal” de un huésped, puede generar o desembocar en diversa enfermedades, principalmente dentro del sistema inmunológico.

Algunos estudios han evaluado la importancia de la dieta y las alteraciones a la microbiota humana, dentro de los más estudiados se encuentra el uso de la sucralosa que es el endulzante no calórico más utilizado actualmente, se observó que el consumo de este edulcorante artificial incrementa el riesgo de desarrollar inflamación de los tejidos, por una conformación anormal en la microbiota intestinal.

Otros estudios han evaluado el consumo de proteína de origen animal (res y pollo), contra la proteína de origen vegetal (soya), y observaron que la proteína de origen animal desarrollaba mayor cantidad de lactobacillus y altos niveles de ácidos orgánicos, incluyendo el lactato, lo cual promovía el crecimiento de más lactobacillus; mientras que el consumo de proteína de soya tenía mayor cantidad de Ruminococcus, pero bajos niveles de Lactobacillus, por lo que a grandes rasgos, la proteína de soya  incremente los niveles de glutatión S-tranferasa en el hígado, lo que implica una elevada defensa y respuesta al estrés. Estos resultados confirmaron que la ingesta de proteína de origen animal puede mantener una composición más equilibrada de las bacterias intestinales y reducir la carga de antígeno y la respuesta inflamatoria de las bacterias intestinales al huésped.

Por todo lo anterior es de suma importancia mantener un equilibrio en la microbiota intestinal, agregar a la dieta diaria alimentos que contengan grandes cantidades de lactobacilos o bifidobacterias como los o alimentos fermentados.

Bibliografía

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