La obesidad es una enfermedad crónica que puede presentarse a todas las personas, principalmente niños, adolescentes y adultos. Los factores se deben a múltiples causas de las cuales, se pueden prevenir.
La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa y tejido adiposo, este último funciona como una reserva natural de energía, que se puede acumular en exceso al cuerpo en forma de grasa corporal, si no es tratada, puede llegar a poner en riesgo la salud o la vida.
Es importante aclarar que la obesidad y el sobrepeso no son lo mismo. Por una parte, un sobrepeso no entraña gran riesgo a la persona, pero si el sobrepeso es excesivo se convierte en obesidad. La obesidad genera graves riesgos para otro tipo de enfermedades que dañan a la salud. Cuando hablamos de obesidad hay una proliferación de la grasa corporal, para identificar si ya existe este padecimiento, es esencial medir el índice de masa corporal (IMC), que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, se presenta cuando el IMC es igual o superior a 30 kg/m².
La obesidad está asociada con otras enfermedades de riesgo como la diabetes, enfermedades del corazón,artrosis en las rodillas, varices, hipertensión, complicaciones cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales. Sin embargo, aunque se cree que su causa es únicamente a una mala alimentación, también se relacionan otros factores como la genética o cuestiones psicológicas. Por ello, acudir a un profesional del tema amplía las posibilidades de evitar la obesidad y así mantener un control de peso balanceado.