La podología y la hiperhidrosis plantar
Dentro de la podología existen diferentes patologías que llegan a afectar a la zona podal, entre ellas la hiperhidrosis plantar.
En este artículo, te contaremos más acerca de esta alteración podológica así como de sus causas y tratamientos.
¿Qué es la podología?
La podología es aquella rama de la medicina dedicada a atender, cuidar y prevenir enfermedades, lesiones, infeccione y alteraciones de la zona podal, esto comprende las siguientes partes del pie:
- Dedos
- Uñas
- Espacios interdigitales
- Talón
- Tobillo
- Empeine
Así mismo, esta área de la salud atiende patologías como la hiperhidrosis plantar, así como algunas otras.
¿Qué es la hiperhidrosis plantar?
Cuando hablamos de la hiperhidrosis en el área de la podología o hiperhidrosis plantar, nos referimos al exceso de sudoración en esta zona corporal, esto debido al incremento de secreción de las glándulas sudoríparas.
Sin embargo, es sumamente indispensable que esta alteración sea atendida por un profesional en podología (podólogo), esto debido a que puede desencadenar infecciones.
La podología y las causas de la hiperhidrosis
Ahora bien, los expertos en podología indican que la hiperhidrosis plantar es causada debido a los siguientes factores:
- Aumento de transpiración.
- Hiperactividad de las glándulas sudoríparas.
- Hiperestimulación nerviosa (estrés, miedo, tensión emocional o ansiedad).
- Acción o efecto secundario de fármacos.
- Motivos térmicos.
- Herencia.
- Provocada por otras enfermedades.
Es sumamente importante que aquellos pacientes que padezcan de esta patología podal sean atendidos por un especialista en podología ya que esta situación puede llegar a provocar mal olor, incomodidad, irritación o incluso algunas infecciones en los pies.
Tratamientos de podología para hiperhidrosis plantar
Ahora bien, los podologos, indican que la hiperhidrosis podal se atiende a través de los siguientes tratamientos:
- Fármacos recetados (pomadas, polvos para baños, jabones, píldoras).
- Uso de antitranspirantes especiales de venta con receta médica.
- Aplicación de astringentes.
- Baños diarios y especial higiene en la zona podal.
- Usar calzado adecuado y calcetas de algodón.
- Cambiar diario las calcetas (si es posible dos veces al día).
- Inyecciones de toxina botulínica.
- Terapia por microondas (destrucción de glándulas sudoríparas).
- Extracción de las glándulas sudoríparas.