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Lumbalgia: Causas, síntomas y tratamiento médico

¿Qué es la lumbalgia?

La lumbalgia, también conocida como lumbago es un síntoma de dolor recurrente e intenso que afecta a la parte inferior de nuestra espalda.

Sin embargo, es necesario mencionar que la lumbalgia  tiene tres tipologías, las cuales son:

  1. Agudo: dura menos de un mes.
  2. Subagudo: dura de uno a tres meses.
  3. Crónico: persiste por más de tres meses.

Síntomas de la lumbalgia

Al igual que otras afectaciones y dolencias corporales, la lumbalgia llega a presentar ciertas afectaciones que la llega a diferenciarse de otros síntomas.

Entre los síntomas que llega a presentar un paciente con lumbalgia son:

  • Dolor en la zona baja de la espalda.
  • El dolor puede extenderse hacia el muslo, ingle, cadera, ciática, nalgas o incluso a la altura del riñón.
  • Disminuye la movilidad.
  • Dificulta la postura.

¿Cómo se detecta la lumbalgia?

Por lo general, los especialistas que suelen tratar el lumbago diagnostican esta sintomatología por la historia clínica del paciente.

Sin embargo, de acuerdo al diagnóstico del médico tratante en algunos casos se recomiendan las siguientes pruebas:

  • Análisis de sangre.
  • Electromiografía.
  • Mielografía.
  • Radiografía de la zona de la espada.
  • Resonancia magnética.
  • TAC.

¿Qué ocasiona el lumbago?

 

Por otra parte, es importante mencionar que las causas de la lumbalgia pueden ser diversas, entre las más usuales se encuentran:

  • Calzado inadecuado.
  • Ciática.
  • Contracturas musculares.
  • Distenciones.
  • Esguinces.
  • Estrés.
  • Hernias discales.
  • Lesiones pequeñas.
  • Llevar una vida sedentaria.
  • Mala postura.
  • Realizar un mal entrenamiento deportivo.
  • Sobrepeso u obesidad.
  • Embarazo
  • Endometriosis
  • Fibromas uterinos
  • Quistes ováricos
  • Síndrome premenstrual

¿Qué tratamientos existen para la lumbalgia?

 

Finalmente, te diremos algunos tratamientos que existen para disminuir o erradicar el lumbago, ofreciendo una mejor calidad de vida a los pacientes:

  • Acudir a rehabilitación física.
  • Aplicación de calor y frío para reducir inflamación.
  • Aplicación de ozonoterapia.
  • Medicamento para el dolor.
  • Sesiones de fisioterapia.
  • Técnica de masoterapia.

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