El entrenamiento deportivo implica tener una gran energía corporal y todo el tiempo una exigencia física para obtener los resultados deseados, ya sea para una competencia o por pura superación personal. Sin embargo, la demanda física causa diversos tipos de desgastes, por ende, el rendimiento y la salud se pueden ver afectados si no se realiza la debida recuperación.
Gracias al masaje deportivo, podemos recuperar la energía utilizada a la actividad física, además, gracias a la estimulación muscular, se reducen las posibles lesiones causadas por el deporte.
Para la aplicación del masaje deportivo, primero debemos identificar las necesidades y el tipo de deporte a realizar. Dependiendo de esto, y del contexto del deportista, se emplean diferentes tipos de masaje.
Antes de realizar algún ejercicio (calentamiento) Este tipo de masaje estimula a la circulación y al mismo tiempo, el calentamiento de los músculos. Una vez que los músculos tienen la temperatura adecuada, se mejora la elasticidad muscular y esto previene posibles lesiones.
Durante la ejecución del ejercicio
Este masaje se suele utilizar en los medios tiempos de la competición de algún deporte. Esto le permite al deportista recuperar energía, y mantener el músculo caliente, a la par que hay una relajación de los mismos.
Recuperación Este masaje se enfoca en las zonas donde más esfuerzo se ha empleado (dependiendo del tipo de deporte) y se realiza de manera intensiva.
El masaje deportivo se debe realizar por un especialista, sobre todo si ya existe una lesión (por ello también como parte de una rehabilitación) y tomar en consideración que el conocer los posibles productos para aplicar, aumenta la precisión, estimulación y relajación del cuerpo.