Ya se acerca Semana Santa y con ello, el pretexto perfecto para vacacionar un par de días en cualquiera de los destinos turísticos que ofrece nuestra República, que van desde ciudades coloniales, pueblos mágicos hasta parques ecológicos. Sin embargo, las playas siguen siendo los lugares de preferencia tanto para los mexicanos como para el turista internacional. Datos de la Secretaría de Turismo informan que Cancún, Cozumel, Isla Mujeres y Riviera Maya serán los destinos más visitados durante este periodo vacacional. Todos estos lugares tienen en común las altas temperaturas, así como la gran variedad de alimentos que ofrecen los establecimientos comerciales, en donde preponderan los provenientes del mar.Miles de vacacionistas nacionales y extranjeros aprovecharán las condiciones climáticas de estos paraísos para descansar y alejarse del bullicio cotidiano de sus ciudades de origen. Dentro de ese lapso de diversión, el vacacionista gozará de los beneficios que brinda el clima tropical, como el sol, el mar, la arena, etc. En resumen, el viajante hará una pausa a su ritmo de vida, incluyendo el régimen alimenticio. Para muchas personas, eso puede convertirse en un problema, que verán reflejado en el término de su receso. Es por ello que en este artículo les ofreceremos un par de consejos para cuidar que esos kilos de más no se hagan presentes, ni mucho menos se multipliquen.Primeramente debemos reconocer que las playas se constituyen como ambientes calurosos, en donde los principales antojos serán las bebidas frías. Generalmente, la primera opción para saciar la sed son los refrescos, pero al no poder llenar ese deseo continuo, terminamos por atiborrarnos de calorías poco necesarias para el organismo, que nos producen inflamaciones abdominales, poco estéticas. Lo mismo sucede con las bebidas alcohólicas. Por lo tanto, el consumo de agua significa la mejor opción para este problema, satisfaciendo esa necesidad, mientras provechamos para limpiar nuestro organismo, hidratar nuestra piel y mantenernos frescos.Los snack son un entremés que nunca falta en estos ambientes. Podríamos suplantar las clásicas frituras, que también nos consiguen molestias abdominales, debido a la fermentación que producen en el aparato digestivo, llegando así a arruinar nuestras vacaciones. Tampoco significa que sean impensables, simplemente consumirlas con moderación, o en el mejor de los casos, sustituirlas por frutas, como explicaremos más adelante.El pescado, que constituye el alimento común de estos lugares, es bueno sobre todo si se busca su cocción y no el empanizado. Si nuestra preferencia se inclina hacia los mariscos, el ceviche nos favorecerá, a comparación de los cocteles que contienen algunos condimentos como la cátsup, que únicamente aporta kilocalorías.
Antes de terminar esta serie de consejos, pedimos a la nutrióloga Verónica X que nos diera una dieta alimenticia “al vapor”, tomando en cuenta que el principal objetivo de nuestras vacaciones será divertimos y despreocuparnos de las obligaciones que arrastramos en nuestra casa.
1) Por la mañana consumiremos un plato de fruta fresca, como melón, sandía, papaya, piña, las cuales nos proporcionará la energía que necesitamos para empezar el día, además de la saciedad momentánea, impidiendo que lleguemos al exceso con otro tipo de alimentos. Si continuamos con apetito, un pan y un vaso de jugo completarán nuestro desayuno.
2) A media mañana, en la famosa hora de los snack, haríamos lo propio con un plato de frutas, esta vez pepino y/o jícamas con chile. Si nos reconocemos débiles ante la tentación de una hamburguesa o al plato de frituras, lo mejor será prevenir esta falta comiendo anticipadamente un platón de ensalada, con el fin de engañar al estómago para cuando lleguemos a los alimentos prohibidos y su consumo sea lo menor posible.
3) La comida bien podría estar constituida por pescados, verduras o consomés, pero en ningún momento elegir alimentos capeados, fritos o empanizados.
4) Y ya para la noche, buscar que nuestra cena no sea tan pesada, pues de lo contrario nos complicaría nuestro proceso digestivo, si nuestra intención es descansar lo antes posible.
En conclusión, todos buscamos descansar en nuestras vacaciones, ya sea en la playa, en la ciudad o en nuestra propia casa. A pesar de las circunstancias, lo ideal sería cuidar nuestra alimentación. Sin embargo, en muchos de los casos no atendemos esta necesidad, por lo que sería recomendable a nuestro regreso someternos a un régimen alimenticio y despejar la sobrecarga de kilocalorías que trajimos de nuestro viaje.