La evaluación ortopédica es esencial para identificar y diagnosticar diversas patologías del sistema musculoesquelético. En este artículo, exploraremos algunas pruebas ortopédicas clave utilizadas para evaluar dislocaciones congénitas de cadera, meniscopatías, rupturas de ligamentos y otras afecciones en el miembro inferior.
Pruebas de Dislocación Congénita de Cadera
Prueba de Ortolani y Barlow
Esta prueba se utiliza para detectar dislocaciones congénitas de cadera en bebés. El procedimiento incluye colocar al bebé en decúbito supino, flexionar profundamente la cadera y realizar una aducción con compresión axial. La prueba es positiva si se percibe un chasquido o inestabilidad en la articulación.
Prueba de Allis (Galeazzi)
Indicada para pacientes en cama o con parálisis, esta prueba evalúa la dislocación de cadera observando la altura de las rodillas cuando el paciente flexiona las caderas y las rodillas con los pies en la cama. Una rodilla más baja que la otra sugiere una dislocación de cadera.
Pruebas para Contracturas y Dislocaciones
Prueba de Thomas
Esta prueba ayuda a identificar una contractura en el músculo psoas-ilíaco. Con el paciente en decúbito supino, se flexiona una cadera mientras se observa la otra pierna. La prueba es positiva si la zona lumbar aumenta su lordosis o si la otra pierna se flexiona.
Prueba de Trendelenburg
Se utiliza para evaluar la musculatura pelvitrocantérica. El paciente levanta una pierna mientras mantiene la otra en el suelo. La prueba es positiva si la pelvis desciende del lado de la pierna levantada, indicando debilidad en los músculos de la pierna de apoyo.
Pruebas para Meniscos y Ligamentos
Prueba de McMurray
Evalúa la integridad del menisco medial. Con el paciente en decúbito supino y la rodilla flexionada a 90 grados, se realiza una fuerza de lateral a medial mientras se extiende la rodilla. La prueba es positiva si hay dolor en la parte interna de la rodilla.
Prueba de Compresión y Distracción de Apley
Con el paciente en decúbito prono y la rodilla flexionada a 90 grados, se realiza una distracción hacia el techo para evaluar ligamentos colaterales y una compresión hacia la mesa para evaluar los meniscos. La prueba es positiva si hay dolor en la rodilla.
Prueba del Cajón Anterior y Posterior
Evalúa los ligamentos cruzados anterior y posterior. Con el paciente en decúbito supino y la rodilla flexionada, se realiza una presión hacia adelante para el ligamento cruzado anterior y hacia atrás para el posterior. La prueba es positiva si hay dolor o desplazamiento en la articulación fémoro-tibial.
Pruebas para Estrés en Ligamentos
Prueba de Varo y Valgo
Con el paciente en decúbito supino y las piernas extendidas, se evalúan los ligamentos colaterales mediante una fuerza de lateral a medial y de medial a lateral en la rodilla. La prueba es positiva si hay dolor y sugiere una ruptura de los ligamentos colaterales.
Prueba de Estrés en Tobillo
Evalúa los ligamentos laterales y mediales del tobillo mediante una inversión y eversión del pie. La prueba es positiva si hay dolor y sugiere una ruptura de ligamentos en el tobillo.
Prueba de Morton
Se utiliza para evaluar el estrés en las cabezas de los metatarsos. Con el paciente en decúbito supino, se aplica presión en las cabezas de los metatarsos. La prueba es positiva si hay dolor en el arco del pie o en la línea de los metatarsos, lo cual es común en personas que usan tacones o están mucho tiempo de pie.
Conclusión
Las pruebas ortopédicas son herramientas esenciales para diagnosticar diversas patologías del miembro inferior. La comprensión y correcta aplicación de estas pruebas permiten a los profesionales de la salud identificar y tratar eficazmente las condiciones musculoesqueléticas en sus pacientes.