El feto requiere sustratos para crecer y producir energía. Los gases y nutrientes pasan libremente de la madre al feto a través de la membrana placentaria. La glucosa es la principal fuente de energía para el metabolismo y el crecimiento fetal; también se precisan aminoácidos. Estas sustancias pasan de la sangre materna al feto a través de la membrana placentaria. La insulina requerida para el metabolismo de la glucosa la secreta el páncreas fetal; la materna no llega en cantidades al feto porque la membrana placentaria es relativamente impermeable a esta hormona. La insulina, los factores de crecimiento insulinoides, la hormona de crecimiento humanan y algunos polipéptidos pequeños (como la somatomedina C) estimulan, al parecer, el crecimiento fetal.
Muchos factores influyen en el crecimiento prenatal: maternos, fetales y ambientales. Algunos factores que operan durante el embarazo, como las enfermedades vasculares, las infecciones intrauterinas y cigarrillos y alcohol, tienden a producir bebés con una restricción del crecimiento intrauterino. Los factores que actúan durante el tercer trimestre, como la malnutrición materna, suelen determinar bebés con infrapeso y una longitud y tamaño de la cabeza normales.
Los términos restricción del crecimiento intrauterino y pequeños para la edad gestacional están relacionados, pero no son sinónimos. El primero alude a un proceso que determinará una disminución del patrón esperado de crecimiento fetal y del potencial del crecimiento. El segundo se refiere a un bebe cuyo peso al nacer es inferior a un valor de corte determinado para una edad gestacional dada. La malnutrición maternal grave debida a una alimentación de mala calidad, produce, como es sabido, una disminución del crecimiento fetal.
Consumo de cigarrillos
El tabaquismo es una causa bien conocida de restricción de crecimiento intrauterino. La velocidad de crecimiento de los fetos cuyas madres fuman cigarrillos es menor de la normal en las seis u ocho últimas semanas del embarazo. El peso medio al nacer de los lactantes cuyas madres fuman de manera intensa durante el embarazo es 200 g menor que el normal, y la morbilidad perinatal aumenta si no se suministran los cuidados médicos adecuados. El efecto del tabaquismo matero se multiplica sobre los fetos cuyas madres reciben asimismo una alimentación inadecuada. Es probable que el efecto del tabaquismo intenso se asume al de una dita de mala calidad.
Alcohol y drogas
Los hijos de madres alcohólicas experimentan muchas veces una restricción de crecimiento intrauterino como parte del síndrome alcohólico fetal. También, el uso de marihuana y otras drogas puede causar la misma restricción y complicaciones obstétricas.
Embarazo múltiples
Los bebes nacidos de partos múltiples pesa, de ordinario, bastante menos que los procedentes de un embarazo único. Está claro que los requerimientos metabólicos totales de los dos o más fetos exceden el aporte nutricional placentario durante el tercer trimestre.
Alteración del flujo sanguíneo uteroplacentario y fetoplacentario
La circulación placentaria materna se puede reducir en estados que disminuyen el flujo sanguíneo uterino (vasos coriónicos pequeños, hipotensión materna grave, enfermedades renales). La disminución crónica del flujo sanguíneo uterino provoca, a veces una inanición fetal que da lugar a una restricción del crecimiento intrauterino. La disfunción o los efectos placentarios también ocasionan este tipo de restricciones. El efecto neto de estas anomalías placentarias es una reducción del área total de intercambio de nutrientes entre los torrentes sanguíneos fetal y materno. Cuesta mucho separar el efecto de estos cambios placentarios del efecto de la disminución del flujo sanguíneo materno placentario. En algunos casos de enfermedad materna crónica, las alteraciones vasculares del útero son primaria y los defectos placentarios, secundarios.
Factores genéticos y retraso de crecimiento
Como se sabe, los factores genéticos son causa de restricción del crecimiento intrauterino. La aparición del trastorno en una misma familia indica que la causa del crecimiento anómalo puede obedecer a genes recesivos. En los últimos años se ha observado también aberraciones cromosómicas estructurales numéricas asociadas a casos de retraso del crecimiento fetal.
La restricción del crecimiento intrauterino es frecuente entre los bebés con síndrome de Down y muy característica de los fetos con síndrome de la trisomía 18.
(Fuente: Embriología clínica, Keith L. Moore, T.V.N Persaud, Octava Edición, Pág. 104, Editorial Elsevier Saunder)