La homeopatía como tratamiento:
La Homeopatía durante los últimos años, ha tenido un gran aumento en el número de personas que la utilizan como un medio de curación de una manera notable, sin embargo, aún subsiste una gran cantidad de personas equívocas con respecto a esta disciplina y el modo en que opera.
La homeopatía es una forma holística de medicina. Al tratar una enfermedad la homeopatía toma en cuenta los rasgos emocionales, físicos y mentales singulares del individuo en cuestión. Los remedios homeopáticos funcionan ayudando al sistema de defensas del organismo a que se ayude a sí mismo.
En que principio se basa:
La base de la homeopatía es el principio “Lo similar puede curar lo similar” dicha por el griego Hipócrates y después retomada por el medico Hahnemann, es decir que cualquier enfermedad debería ser tratada con una sustancia que produzca los mismos síntomas para ser curada.
Los remedios herbolarios se elaboran a partir de extractos animales, vegetales y minerales mediante una dilución en diversos grados para evitar contradicciones secundarias. Sorprendentemente los remedios herbolarios entre mayor sea su disolución mayor es el efecto que causa dentro de los organismos para curarlos.
Esto con la finalidad de que la fuerza vital de nuestro cuerpo, quien controla los aspectos físicos, emocionales y mentales del bienestar de cada persona, sea solamente impulsada para la curación mediante muy pequeñas dosis de las disoluciones, y así lograr un resultado a base de la homeopatía.
Experimentación:
Dentro del proceso de curación, se encuentra el agravamiento homeopático, en donde el paciente experimenta síntomas que indican que se están eliminando las toxinas, como puede ser dolor de cabeza, resfriado, diarrea, gripe; o pueden ser provocados a nivel emocional creando un cuadro de melancolía y/o depresión; dichos agravamientos suelen ser normalmente breves.
Tómalo en cuenta
Como se mencionó anteriormente, la homeopatía es una medicina holística y por ese motivo para ser tratada alguna enfermedad se tiene que tomar en cuenta los aspectos tanto físicos como emocionales y mentales de cada paciente antes de decidir el tratamiento que será adecuado para dicho paciente.
Tomando en cuenta también que una enfermedad se puede manifestar de manera muy diferente dependiendo el organismo de cada persona, llegando a la conclusión de que no existe un único remedio que cure la misma enfermedad en todas las personas.