Por Efrén Cuervo
Primeramente, la quiropráctica es una técnica natural que se encarga de optimizar el sistema nervioso, que con ajustes de esta técnica se puede devolver la correcta movilidad de la vertebras y articulaciones afectadas, ya sea por desgaste natural o lesiones que hayan impedido la movilidad biomecánica del cuerpo.
Por lo tanto, se debe saber que la columna vertebral forma parte de un todo, ya que todo nuestro organismo está conectado a ella. Sin embargo, existen complicaciones en el sistema musculoesquelético porque la energía desarrollada en cada articulación, que se puede presentar en actividades físicas diarias o rutinarias, puede llevar a debilitar u ocasionar movilidad de las articulaciones.
Hay que tener en cuenta que todos los movimientos neuromusculares se manejan por medio de patrones, los cuales están codificados por el Sistema Nervioso Central. Estos movimientos dan origen desde el cerebelo, tronco cerebral y medula espinal. La marcha comienza dentro de la corteza, pero se modifica en el mesencéfalo y cerebelo. El impulso nervioso viaja por la medula espinal, por lo tanto, llega a los músculos que activan las articulaciones.
La quiropráctica entra cuando las articulaciones, músculos y nervios no se encuentran trabajando correctamente, por lo tanto, aplicando técnicas de manipulación vertebral o ajuste de columna para volver a la estabilidad de todo el cuerpo, sanando principalmente los dolores lumbares, cuello, etc.
Resumidamente la quiropráctica enseña la idea de que el organismo tiene la capacidad de auto-regenerarse, la columna vertebral, la médula espinal, son nervios periféricos que tienen una correlación la quiropráctica regulariza esa
función. 
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