Plasma rico en plaquetas
La belleza y el tiempo parecieran ser enemigos que todo el tiempo se la pasan en una eterna lucha. Es indudable que tarde o temprano nuestra piel deja de ser como la de antes. Aunque envejecer sea un proceso natural, muchas personas combaten a los años con productos estéticos.
El plasma rico en plaquetas (PRP) es una técnica que ha logrado colocarse como uno de los tratamientos con mayor popularidad. Mencionemos que el PRP cuenta con la capacidad para regenerar capas de la piel.
De la sangre a la juventud
El llamado plasma rico en plaquetas se origina haciendo uso de la sangre del paciente. Se lleva a cabo un proceso de centrifugación mediante el cual se obtiene el PRP.
¿Ahora bien, cómo se aplica a la piel?, la aplicación tiene una división de tres pasos.
- Extraccion de sangre: El paso principal ya que de aquí es donde se consigue el elemento base para el PRP. Se toma una muestra en el antebrazo.
- Centrifugacion: Cuando se tiene la muestra se inicia el proceso de centrifugación a 2800 – 3100 rpm, durante 10 minutos.
- Aplicación: es la fase final, el PRP se inyecta a nivel intradérmico haciendo uso de microinyecciones.
Derrumbando mitos
El plasma rico en plaquetas, es un excelente aliado para retrasar el envejecimiento de la piel. Además, ayuda a la regeneración celular. Uno de los puntos más favorables, es que al ser un tratamiento en donde lo aplicado se obtiene del paciente, no conlleva riesgos, alergias, o reacciones.
Al ser un procedimiento sencillo se realiza en un consultorio de manera ambulatoria. Aunque muchas personas se esperen hasta que los efectos del tiempo son notorios, este tratamiento puede aplicarse de manera preventiva en pieles más jóvenes.
Otra cuestión a tomar en cuenta; es que los pacientes deben de haberse realizado un análisis de sangre de manera previa. De esta forma se evitan y descartan enfermedades. Finalmente, lo recomendable es aplicar esta técnica dos o tres veces al año.