La radiestesia es la capacidad de “sentir, percibir radiaciones” que emite toda la creación. Del latín radius, en su acepción de “radiación”, y del griego aisthesis, sensibilidad.
El termino radiestesia fue introducido en 1930 por el sacerdote francés Abete Alexis Bouly, para sustituir el termino de etimología griega rabdomancia (rhabdos=varilla y manteia=adivinación o profecía). La radiestesia tiene más afinidad con el nombre de una ciencia practica y racional, en tanto que rabdomancia sugeriría más una relación con los procedimientos mágicos.
Como ciencia práctica, esta técnica es capaz de detectar, cualificar y medir todo el espectro de las radiaciones correspondientes al cosmos: minerales, vegetales, animales y seres humanos.
En realidad, Alexis Bouly acuñó el término referido al péndulo. Quizá con el tiempo se acuñen otras palabras para referirse a las detecciones con el péndulo y radiestesia sea reemplazada por la expresión “detección de campos sutiles”.
Otras variaciones
Hoy se acepta una radiestesia física (la que opera predominantemente con los instrumentos radiestésicos: péndulo, varilla, horqueta y en la que predomina lo sensorial=capacidad de sentir físicamente las radiaciones) y una radiestesia mental psíquica (en la que predomina lo mental en el trabajo de los psíquicos).
Esta última no debe confundirse con la psicorradiestesia, una rama que se ocupa de realizar análisis psicológicos de una persona.
La telerradiestesia es a distancia y opera del mismo modo con que -sobre el terreno- opera la radiestesia física. La diferencia estriba en que el objeto investigado no está presente ante la radiestesista, sino lejos de quien, además divulgó esta técnica.
Es importante señalar que el manual pretende poner en claro que la capacidad radiestésica es natural en nosotros; pero como dejamos de usarla, se ha olvidado como se hace para percibir las radiaciones…y por eso, se debe de reaprender.
A ellos se llega por medio:
- Conocer la técnica
- Conocer el tema
- Creer en lo que se hace
- Adoptar una actitud mental independiente y libre de autosugestiones.
- Evitar prejuicios e ideas preconcebidas
- Mantener una línea de conducta
- Ser modesto, prudente y discreto
- Guardar el secreto profesional
- Verificar los resultados obtenidos