El pasado 11 y 12 de febrero en las instalaciones de la Escuela Latinoamericana de Educación en Salud Integrativa (ELAESI), se ofreció el taller de Acupuntura japonesa, impartido por la afamada doctora Kiiko Matsumoto. Dentro de este taller se hicieron evidentes sus enseñanzas y exhibición real de la acupuntura japonesa.
La doctora Matsumoto otorgó un método eficaz para enseñar la acupuntura japonesa. También expuso su razón de ser basado en los textos antiguos de los fundadores de la Medicina Tradicional China. Ante un auditorio concurrido, la doctora Matsumoto definió el método de la acupuntura japonesa como una contemplación médica-concreta y exclusiva. Comentó que encontró en los textos antiguos una relación muy estrecha entre el funcionamiento del cosmos y el cuerpo humano.
Así mismo, la especialista considera muy patógeno el viento del este, ya que provoca muchas enfermedades. Ese precepto tiene su fundamentación en la cosmogonía china-japonesa. La doctora Matsumoto acopló ese macrocosmos y lo redirigió al cuerpo, estableciendo regiones concretas. Ha hecho uso de los puntos dolorosos mediante la presión para trabajar la zona del estómago y los puntos relacionados con los chacras (entre ellos el entrecejo). Estos son importantes para la liberación de emociones, el correcto fluir y respirar, la regulación de la energía, y el desbloqueo de los puntos dolorosos.
Gran éxito para una gran cátedra
Cerca de treinta personas participaron en el taller , varios de ellos presentando enfermedades y malestares crónicos. Sin embargo, en una demostración sobresaliente, la doctora los liberaba de dolores y alteraciones fuertes en tan sólo quince minutos. En uno de dichos casos, una paciente reportaba problemas desde el nacimiento debido a la operación de un dedo pegado, la cual comenzaba a provocarle alteraciones en la zona del sacro.
La doctora Matsumoto, mediante una serie de preguntas, indagó en la paciente y encontró que estos malestares provenían no sólo de su estilo de vida, sino de un antecedente con los padres. Este método, y probablemente la acupuntura japonesa, no solo atiende problemas de vías externas, sino aspectos genealógicos. La doctora Kiiko Matsumoto fue muy congruente al explicar la filosofía antigua a los asistentes.
Durante su cátedra podía percibirse como una persona dedicada a su trabajo, sin perseguir fines de lucro. Fue notable su buen carácter y humor; mostró un lado compasivo y humano con los pacientes. Como parte de su método de enseñanza y tratamiento, el dialogo fue esencial. Una vez más la ELAESI se congratula como anfitrión de grandes exponentes de la medicina oriental para el público mexicano.